En agosto de 2020, un juego de la Liga Mayor de Béisbol (MLB) entre los Minnesota Twins y los Pittsburgh Pirates fue suspendido durante nueve minutos debido a que alguien envió un dron no autorizado sobre el campo de juego objetivo. Sorprendentemente, ¡esta fue solo una de las cuatro veces en que se interrumpió un juego durante la temporada de verano y otoño del 2020 debido a un dron!
Además de retrasar los juegos, los drones pueden ser utilizados para filmar los juegos sin autorización, interferir con las transmisiones oficiales, y lo más grave, llevar cargas potencialmente peligrosas.
Este tipo de escenarios ahora están bien generalizados, como lo demuestra el dron que voló sobre un estadio en Belgrado y descendió una bandera con el símbolo de la «Gran Albania» durante un partido de clasificación de futbol entre Serbia y Albania. Esto activó una reyerta grave, en que estuvieron involucrados jugadores, aficionados y funcionarios del equipo.
Los drones comerciales está disponibles fácilmente, son relativamente económicos y pueden ocasionar caos durante eventos deportivos concurridos, o incluso los no tan concurridos, debido a la actual pandemia de la COVID-19 (coronavirus). ¿Cómo se pueden mitigar los sUAS hostiles?
EL ESPECTÁCULO DEBE CONTINUAR: NO INTERFIERA
Con frecuencia a los radares, durante la detección, se les dificulta distinguir entre drones pequeños y otros objetos voladores, además de que son complicados de operar. Las soluciones ópticas generan falsas alarmas, y el problema que muchas soluciones acústicas tienen es que los drones cada vez son más silenciosos.
Las soluciones que utilizan interferencia de señal, o las soluciones híbridas con perturbadores o inhibidores de frecuencia, emiten grandes cantidades de energía para bloquear las señales del controlador del dron y hacer que sea prácticamente imposible que funcionen. Esta no es la solución óptima para eventos deportivos o de entretenimiento, por varias razones. La interferencia de señal afecta otras comunicaciones de radio, lo que puede perturbar las transmisiones en vivo y las operaciones de seguridad del evento.
Hoy en día, en muchos eventos deportivos y conciertos se utilizan drones para filmar el contenido de vídeo de los eventos, pero las soluciones de interferencia de señal no pueden distinguir entre drones «amigos o enemigos». Igualmente, los drones que son bloqueados se comportan erráticamente, en ocasiones cayendo peligrosamente al suelo. Finalmente, el bloqueo de la señal es temporal, y el piloto del dron hostil puede retomar el control, regresando la situación a su estado original.
Las soluciones antidron cinéticas, que involucran dispararle físicamente a los sUAS, también son demasiado arriesgadas en estadios concurridos. Lo que sube debe bajar, y el proyectil, el dron que cae o los desechos metálicos creados al dispararle pueden lesionar a los jugadores y aficionados.
LA TOMA DE CONTROL ES UN JONRÓN
EnforceAir, la solución bandera de D-Fend Solutions, cuenta con una tecnología comprobada en campo y a prueba de futuro, que detecta los drones hostiles o no autorizados, los identifica, y automáticamente toma el control, aterrizándolos de manera segura en una zona determinada. Se puede definir una zona de alerta en el perímetro exterior del estadio, con varias zonas de protección que cubren el escenario y los áreas circundantes.
Al contrario de las tecnologías antidron convencionales, EnforceAir ofrece al personal de seguridad todo el control, protegiendo a jugadores, aficionados, personal de la concesión, medios de comunicación y a todos los involucrados. Se puede garantizar la continuidad de las operaciones, sin interrumpir el juego o atemorizar inadvertidamente a los aficionados.
RELEVANT RESOURCES
D-Fend Solutions EnforceAir Introduction and Overview