Homepage > Evaluación y comparación de las tecnologías de mitigación antidron (C-UAS)
Los bloqueadores de RF emiten ráfagas de energía de radiofrecuencia grandes, que sobremodulan la señal del controlador y evitan que el dron reciba instrucciones. Algunos bloqueadores concentrar su radiación en dirección del dron.
Esta tecnología es comparativamente económica, simple de usar y puede lograr parcialmente el efecto deseado: inhabilitar temporalmente todos los drones en el área cercana. Estos beneficios son atractivos, pero están acompañados de algunas desventajas significativas.
El ruido de RF puede interferir con los sistemas de comunicación cercanos o el GNSS, ocasionando que esta tecnología de mitigación sea problemática en muchos entornos sensible, y es posible que desactive drones amigables y autorizados.
Como el efecto de la interferencia de señales depende de la intensidad del ruido RF que el bloqueador crea, su efecto depende de la intensidad relativa de las señales que el dron reciba del controlador remoto y el bloqueador, lo que depende tanto de la potencia de transmisión como de la distancia hasta el dron. La interferencia de señales solo funciona si su señal prevalece. Esta condición tiene varias implicaciones:
Los bloqueadores no toman control del dron, solo lo desconectan de su control remoto. Una vez desconectado, generalmente trata de regresar al lugar de despegue (casa), pero también puede sobrevolar en el mismo lugar o intentar aterrizar, y algunos drones se pueden programar para que realicen otras acciones de emergencia predefinidas. Cada una de estas opciones supone una amenaza (p. ej., el dron que regresa casa puede volar sobre espacio aéreo sensible, como un corredor de despegue de un aeropuerto); cuando el dron vuela sin control, ni siquiera el piloto puede evitar el daño. A menos que el dron esté en la línea de vista, puede que el operador del bloqueador no sepa que el dron está desconectado. La interferencia de señales no siempre elimina la amenaza específica de manera permanente, sino que la bloquean temporalmente, ya que en muchos casos el dron regresa a su piloto.
Estos bloqueados pueden mitigar a drones que vienen de una dirección específica. Esta tecnología ofrece un mayor alcance que otros tipos de interferencia, y causan menos perturbaciones e interferencia de señal en el entorno circundante. Para tener efecto, es necesario que transmitan continuamente. Por sí mismos, no pueden superar eficazmente los enjambres, que por su naturaleza generalmente se aproximan de varias direcciones.
Los haces angostos también pueden perder eficacia si el dron comienza a volar de regreso a su lugar de origen, y el piloto puede recuperar el control y volar desde otra dirección para evadir el ángulo efectivo del bloqueador direccional.
Los bloqueadores omnidireccionales pueden mitigar drones de todas las direcciones, por tanto, manejan mejor los enjambres. Pero, ofrecen menor alcance que los bloqueadores direccionales, lo que significa que el área protegida es menor.
La transmisión omnidireccional también aumenta el efecto colateral sobre los drones autorizados o que no son una amenaza, y sobre otros sistemas de comunicación cercanos.
Estos bloqueadores son móviles y fáciles de usar. El operador simplemente saca el dispositivo y apunta. Desventajas: como este método es manual, el miembro del equipo de seguridad siempre debe llevar el bloqueador portátil y permanecer alerta.
Si el operador no puede activar el bloqueador portátil inmediatamente, o está distraído, la oportunidad de mitigar el dron hostil puede perderse rápidamente. Igualmente, los bloqueadores portátiles funcionan con niveles de potencia bajos, para no arriesgar la salud del operador, lo que también limita el alcance del dispositivo.
Este tipo de bloqueador es efectivo en escenarios donde se debe proteger cierto punto sensible, y los drones hostiles están cerca y se pueden ver a simple vista. Son prácticamente inútiles en casos donde se debe defender una frontera o perímetro, ya que el dron simplemente puede volar lo suficientemente alto, más allá del alcance del bloqueador portátil.
Las soluciones con energía cinética causan que el dron deje de funcionar al accionar algún tipo de intervención física, como un proyectil, y pueden tener diferentes tamaños, portabilidad, facilidad de uso, coste y capacidades contra tipos de drones específicos.
Además, otro punto en contra, aunque no siempre, es que las tecnologías pueden necesitar línea de vista, lo que en ocasiones no es posible en entornos urbanos o sensibles debido a edificios altos, vehículos, avisos, etc.
Las soluciones con energía cinética pueden ocasionar que el dron, en la mayoría de los casos, caiga del cielo, lo que puede causar daños colaterales o lesiones a humanos graves. Los proyectiles mismos también pueden impactar otros objetos y suponer un riesgo, especialmente en entornos sensibles como aeropuertos o infraestructura crítica.
Los drones asesinos de drones capturan los objetivos no autorizados con redes y los arrastran para lograr un aterrizaje controlado. Alternativamente, esta categoría también puede incluir drones que intentan impactar los drones hostiles para desactivarlos. Finalmente, algunos de estos drones defensivos pueden disparar redes u otros proyectiles a los drones no autorizados. Al tratar de mitigar drones que vuelan de manera impredecible, lograr impactos precisos puede ser difícil con estos métodos.
El dron asesino tiene que perseguir o enfrentarse en un combate aéreo con el dron hostil, lo que es extremadamente difícil de lograr utilizando un sistema autónomo o con drones controlados por pilotos en tierra. Este método también puede causar daños colaterales cuando el dron o el proyectil cae.
Los tiradores inteligentes tienen un sistema montado en un rifle que permite efectuar disparos precisos contra los drones cercanos. Una mira especial realiza un cálculo antes del disparo. Por lo tanto, se aumenta la probabilidad de acertar, en comparación con otros métodos cinéticos. Esta tecnología es más económica y puede tener un papel en los sistemas antidron de varios niveles, especialmente en entornos rurales o de campo abierto. Aunque esta tecnología es precisa hasta unos cientos de metros (generalmente, menos de 250 m), puede tener dificultades para impactar los drones más pequeños. El equipo de seguridad debe actuar de inmediato, ya que los drones vuelan rápido, por lo que el tiempo de respuesta debe ser de pocos segundos.
Estos dispositivos de alta energía merecen su propia subcategoría. Al emitir un haz de luz intenso, los sistemas basados en láser pueden destruir la estructura del dron, o sus componentes electrónicos. Los láseres destruyen los drones y pueden afrontar a muchos tipos de UAV. La desventaja es que necesitan línea de vista, queman el dron convirtiéndolo en trozos (destruyen la inteligencia) y también pueden ocasionar una lluvia de fragmentos del dron. Es posible que causen daños colaterales, y los obstáculos, como edificios u otros objetos voladores pueden suponer desafíos.
Por estas razones, los láseres, en algunos casos pueden ser menos adecuados para entornos sensibles. También es más difícil impactar drones pequeños con láseres.
Esta es una tecnología que emplea radiación. Utiliza pulsos de energía electromagnética de alta potencia en ráfagas cortas, que potencialmente dañan todos los componentes eléctricos en el área. Los efectos del EMP son indiscriminados y pueden causar grandes daños colaterales. Por ejemplo, puede dañar permanentemente los equipos electrónicos u ordenadores cercanos, dañando sus circuitos. Frecuentemente, el uso de EMP se considera una opción de último recurso.
Para suplantar el sistema global de navegación por satélite (GNSS) se transmite una señal GNSS falsa, como GPS, en un área específica. El receptor GNSS que recibe la señal falsa puede determinar incorrectamente su ubicación. Al controlar la ubicación que el dron percibe, es posible lograr que vuele hacia una dirección deseada, y por lo tanto, navegarlo. Alternativamente, puede evitar que el dron vuele de acuerdo al plan de vuelo programado o impedir que regrese a casa.
En términos de perturbar el entorno y afectar la continuidad de las operaciones, esta tecnología puede ser incluso más problemática que bloquear con interferencia las señales de radio. Todos los dispositivos en el área pueden recibir la señal GPS falsa y determinar una posición global incorrecta.
Suplantar el GPS puede afectar, por ejemplo, los sistemas o aplicaciones de navegación de vehículos civiles, causando confusión, accidentes o cosas peores. También puede perturbar el funcionamiento de los dones amistosos. Obviamente, esta tecnología no se debe usar cerca de embarcaciones, aviones o helicópteros amistosos o autorizados.
La toma de control cibernética por RF es una tecnología que no emplea interferencia de señal ni energía cinética, transmitiendo una señal corta y precisa que toma el control del dron hostil. Dichas características, que EnforceAir de D-Fend ofrece, se focalizan en las comunicaciones RF entre el control remoto del piloto y el dron, y luego las interviene tomando el control del dron. Luego, instruye al dron para que siga una ruta determinada y aterrice de manera segura en un lugar predefinido. Esta mitigación quirúrgica puede ocurrir dentro de cierto alcance, alineada con la potencia de salida necesaria para intervenir en enlace de comunicación del dron hostil.
La toma de control cibernética por RF es integral, es decir que fluye fácilmente desde la detección inicial del dron hostil hasta la toma de control para el posterior aterrizaje seguro. También se puede desplegar automáticamente, eliminando la posibilidad de error humano.
Al contrario de otras tecnologías de mitigación, la toma de control cibernética por RF preserva la continuidad de las operaciones evitando los daños colaterales o la interferencia a otros sistemas de comunicación. También puede distinguir entre los drones autorizados y los hostiles, lo que permite a los drones autorizados de la organización seguir funcionando durante la mitigación de los hostiles.
Como depende de una transmisión corta, también puede manejar los enjambres de drones no autorizados mitigando cada uno rápidamente en los patrones de frecuencia y trasmisión de cada uno.
Debido a que la mitigación con toma de control cibernética por RF no destruye el dron, al contrario de los láseres o EMP, las organizaciones pueden obtener los beneficios de la inteligencia que contiene (por supuesto, de acuerdo con las leyes aplicables).
La toma de control cibernética se focaliza en ciertos drones comerciales o de fabricación casera que utilizan RF y en superar sus protocolos específicos.
Las entidades que tiene permitido legalmente emplear tecnologías de sistemas contra aeronaves no tripuladas (C-UAS) deben tener presente algunas consideraciones ambientales que pueden afectar directamente la manera como operan estas tecnologías. Estas consideraciones pueden incluir línea de vista limitada, ruido de radio frecuencia (RF) y propagación de la señal de radio.
Además, la mitigación del dron no está limitada a las técnicas mencionadas anteriormente. La mitigación también se puede lograr buscando la ubicación del operador y haciendo que la persona deje de operarlo. La estrategia más estrategia efectiva para aumentar la probabilidad de contrarrestar cualquier amenaza es incorporar tecnologías de mitigación de varias capas.
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